Principales características del subtipo 2 Conservación
Sección Eneagrama de la Personalidad
El subtipo 2 conservación del Eneagrama se caracteriza por ser un carácter emocional, introvertido y con un fuerte sentido del privilegio en su relación con los demás (en especial, con los más íntimos). Se distingue por su deseo de conectar con las personas a través del cuidado y la generosidad, aunque muchas veces esto viene acompañado de altas expectativas hacia los demás y una necesidad de reconocimiento.
Este subtipo es confundido en ocasiones con el eneatipo 1, pues es común que muestre ciertos rasgos propios de su ala 1. Es, de este modo, el más austero e introvertido de los subtipos del eneatipo 2 (excepto, cuando se combina con un segundo instinto sexual o social alto y puede mostrar más elementos de su ala 3).
Las personas con este subtipo tienen grandes expectativas de que los demás se ocupen de ellas, especialmente aquellas que forman parte de su núcleo familiar más cercano. Su comportamiento puede compararse con el de un pajarito con la boca abierta esperando que le den comida y calor, reflejando su necesidad de ser atendido y cuidado.
En términos de apariencia y comportamiento, suelen ser más clásicos al vestir y al interactuar socialmente (al menos las personas que tienen este instinto muy elevado respecto a los otros dos: social y/o sexual) que otros subtipos del eneatipo 2. Suelen ser personas muy cariñosas, pero con una carga de expectativas que pueden generarles frustración cuando no reciben el mismo nivel de afecto que dan.
Aunque es considerado el subtipo contrapasión del eneatipo 2 porque no muestra el orgullo de forma tan evidente como los demás subtipos del 2, se trata de personalidad que usa dicho orgullo para mantenerse en una posición de privilegio y sentirse especial en su relación con los demás. Las personas de este subtipo pueden recurrir a la generosidad como estrategia para conseguir reconocimiento, pero también puede manifestar una actitud hipócrita en ciertos momentos si no reciben tal reconocimiento por parte de esas personas con las que mostraron generosidad.
Son, por lo general, personas encantadoras y seductoras desde una expresión más aniñada que en los otros subtipos del 2, buscando ganarse el afecto, casi como lo haría un niño que busca aprobación. En situaciones sociales, pueden comportarse como niños en presencia de adultos, con rabietas y pataletas cuando no consiguen lo que desean. Esto refleja su tendencia a la ambivalencia emocional, pasando de un “te quiero” a un “te odio” con facilidad. En ocasiones, estas personas pueden mostrarse enfadadas y ausentes, sintiéndose heridas porque los demás no les dan la misma atención que ellas ofrecen. En algunos casos, pueden llegar a manipular a los demás para satisfacer su gran necesidad de amor y validación.
Cuando confían en alguien, pueden ser muy afectuosos, pero si no tienen confianza en una persona, se vuelven tensos y desconfiados al no ver satisfecho su deseo de que los demás los cuiden y los valoren. Su seducción puede ser superficial, ocultando en el fondo una gran competitividad (resultado de la inseguridad interior, pues suele ser el más carente de los subtipos del 2, como casi todos los subtipos conservacionales del Eneagrama), lo que puede hacer que estas personas parezcan mostrar, en ocasiones, rasgos propios del subtipo 6 conservación.
Los celos también son comunes en este subtipo, así como los desprecios y actitudes compulsivas cuando no logran lo que desean. En estados compulsivos, no importa cuánto hagan los demás por ellos, pues siempre parecerá que nunca es suficiente.
El eneatipo 2 conservación es, por tanto, un subtipo que combina el deseo de ayudar a los demás con una profunda necesidad de recibir afecto y reconocimiento. Su necesidad de sentirse especial y privilegiado puede generar tanto actitudes encantadoras como comportamientos manipuladores en su relación con los demás. Su reto principal es aprender a dar sin esperar nada a cambio y encontrar seguridad en sí mismos sin depender del reconocimiento externo.